“Estamos monitoreando la situación”, confirmaron a Ámbito desde la Secretaría de Comercio Interior, que conduce Paula Español. A su vez explicaron que “hubo una restricción de la oferta debido al cierre de fábricas, que luego funcionaron con menores dotaciones por la emergencia sanitaria. Al mismo tiempo, en los últimos meses aumentó la demanda”.
A esto se suma que el precio del metro cuadrado en dólares sigue siendo atractivo para quienes quieren emprender. La consultora Reporte Inmobiliario relevó una retracción del 14% promedio, en comparación a los valores a los que se publicaron los departamentos de dos y tres ambientes en la Ciudad de Buenos Aires el año pasado. El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Iván Szczech, adelantó que “hay muchas variables alineadas para que el 2021 sea un gran año para la construcción”, por lo que se espera que la demanda de los insumos continúe acelerándose.
Es todavía una incógnita si los despachos podrán normalizarse en el corto plazo. Por un lado, hay constructoras que advierten que sus proveedores no quieren abastecerlos de insumos por la inestabilidad cambiaria. Los fabricantes, por el contrario, argumentan que muchos de sus clientes están adelantando pedidos para hacerse de insumos dolarizados y el stock no alcanza para hacer frente a esa demanda.
En definitiva, la expectativa de devaluación y la especulación con una suba de precios no favorecen el normal desenvolvimiento de un mercado que tiene insumos dolarizados. Menos aún cuando se atraviesa un shock de demanda que, en el caso del acero, también se verifica en otros países como Brasil y China.